Por empezar, antes de quitar varices tenemos que asegurarnos que las venas principales del retorno, las del sistema venoso profundo, están permeables. Siendo este el caso, podemos quitar las varices superficiales. El estudio previo con ecodoppler nos permitirá valorar el sistema profundo y confirma su permeabilidad.
En segundo lugar, tenemos que entender que las venas que quitamos son venas dañadas en las que la sangre circula en dirección contraria, resultando en una sobrecarga de las venas sanas. Entonces, al quitar o anular las venas “malas” mejoraremos la circulación en las venas sanas.
Tarde o temprano, si, puesto que las varices son una manifestación clínica visible de la enfermedad venosa crónica. Con el tratamiento adecuado, la aparición de nuevas varices se puede retrasar muchísimo.
Primero, escoger el tratamiento adecuado. Está demostrado que la cirugía convencional tiene unas tasas de recidiva mayores que las técnicas mínimamente invasivas. Parte de la causa parece ser el estímulo neovascularizador de la cirugía, que se puede comparar con lo que pasa cuando se talan árboles: en el punto de corte surgen brotes nuevos. Además, con la cirugía convencional no siempre se puede acceder a todas las venas afectadas, y las que se quedan atrás pueden ser fuente de nuevas.
Segundo, prevención: seguir recomendaciones higienodietéticas, eliminar y minimalizar los factores de riesgo como obesidad, sedentarismo. Utilizar las medias se compresión.
Tercero, revisión: seguimiento periódico de las pacientes en consulta para diagnosticar las recidivas precozmente y tratarlas antes de que vayan a más.
En la prevención, depende del estadio de las varices, la sintomatología, la actividad. Es recomendable en personas que realizan trabajos que requieren estar sentados o de pie durante muchas horas a pie quieto. Es muy recomendable en personas con varices estadio 3 y 4. Es imprescindible en pacientes con síndrome postrombótico.
Deben de ser de una compresión adecuada a la severidad de la enfermedad y de una talla que se adapte a la forma de piernas de la paciente. Por este motivo, deben ser recetadas por un especialista y proporcionadas por personal formado en la toma de medidas y con conocimiento de los distintos tipos de medias.
Inmediatamente después del tratamiento, ya sea con escleroterapia, cirugía o las técnicas mínimamente invasivas, son imprescindibles, salvo tras el sellado de las safenas con el adhesivo médico.
Sí. Los llamados venotónicos aumentan el tono venoso, disminuyendo la vasodilatación y la fragilidad capilar, disminuyen la inflamación y la permeabilidad capilar, y facilitan la fluidez de la sangre. Los heparinoides tienen efecto antitrombótico, fibrinolítico y antiviscoso. Los hemorreológicos aumentan la fluidez de la sangre.
Ninguno es curativo, si preventivo porque, mientras se toma, disminuye el daño de la pared venosa y así enlentece la evolución de la enfermedad.
Cada paciente reacciona de manera distinta; algunas pacientes sienten mucho alivio de sus síntomas, otras no notan mejoría ninguna.
Solemos recomendar evitar los meses de verano. Cuando hace calor es más incómodo el uso de las medias, es más fácil que salgan hematomas por la mayor vasodilatación, y hay algo más de riesgo de infección de heridas.
Por supuesto, cuando hay indicación de tratamiento inmediato, no importa la época del año.
No, salvo en los casos que den lugar a complicaciones como flebitis, sangrado, úlceras. Antes de tomar la decisión de tratar cualquier tipo de varices se debe hacer un balance en el que los beneficios siempre tienen que ser mayores que los riesgos.
Principalmente: trombosis venosa superficial y profunda, alteraciones de la piel (eccema, manchas, fibrosis), úlceras, sangrado.
Tras escleroterapia: inmediatamente
Tras ablación de safenas con radiofrecuencia o adhesivo médico: a partir de los 2-3 días, dependiendo de las molestias y el tipo de trabajo.
Tras cirugía convencional: entre 2 y 4 semanas.
Existe una predisposición genética importante:
Un paciente con un progenitor con varices, tiene un 50% de probabilidad de desarrollar varices, con dos, un 90%.
La escleroterapia no se cubre por las compañías al considerarse un tratamiento estético.
El tratamiento con cirugía convencional se cubre por las compañías salvo en casos puntuales por el tipo de póliza / carencia.
El tratamiento con radiofrecuencia se está cubriendo cada vez más por las compañías, dependiendo del tipo de póliza del paciente.
El tratamiento con adhesivo médico, a fecha de hoy, no la cubre ninguna compañía. Esto seguramente cambiará a lo largo de los siguientes años.